Por Philip Pullella
ESTAMBUL (Reuters) - El Papa Francisco ha condenado la violencia islamista en Irak y Siria, calificando los actos de los extremistas como un "grave pecado contra Dios" y llamando el domingo al diálogo interreligioso y la acción contra la pobreza como medios para terminar con los conflictos en la zona.
El Papa habló en el último día de su viaje a Turquía, que actualmente acoge en torno a dos millones de refugiados sirios, miles de ellos cristianos.
En un servicio conjunto con el Patriarca Bartolomeo I, líder espiritual de 300 millones de cristianos ortodoxos, el Papa dijo que nadie independientemente de su fe debe permanecer indiferente al dolor de las víctimas de la guerra "inhumana y brutal" que se libra en los países limítrofes.
"Arrebatar la paz a la gente, cometer cualquier acto de violencia - o consentir esos actos - especialmente cuando van dirigidos contra los más débiles e indefensos, es un pecado profundamente grave contra Dios", dijo durante la misa.
El Papa condenó además el ataque contra Kano, la mayor ciudad del norte de Nigeria, en el que murieron al menos 81 fieles en una mezquita.
Es la tercera vez en pocos días en que el pontífice hace referencia a los extremistas del Estado Islámico, que han asesinado y obligado a huir de sus tierras a musulmanes chiíes, cristianos y aquellos que no comparten su visión radical del islamismo suní en Siria e Irak.
Francisco aseguró que acabar con la pobreza era la clave para poner fin al conflicto, en parte porque fomenta "el reclutamiento de terroristas". Agregó que aunque es legítimo que la comunidad internacional use la fuerza para detener a un "agresor ilícito", debe encontrarse una solución definitiva.
En un comunicado conjunto, emitido durante la misa desde el Patriarcado Ecuménico, el trono del patriarca ortodoxo, Francisco y Bartolomé concluyeron:
"Musulmanes y cristianos están llamados a trabajar juntos por el bien de la justicia, la paz y la dignidad y los derechos de cada persona, especialmente en esas regiones donde han tenido una coexistencia pacífica durante siglos y ahora sufren juntos, trágicamente, los horrores de la guerra".
LLEGANDO A LOS MODERADOS
El líder de los 1.200 millones de católicos del mundo rezó en la mezquita más famosa de Estambul el sábado, y ha aprovechado el viaje para convencer a los musulmanes de que se opongan al conflicto en los países vecinos.
"El Papa Francisco quiere alinear la Iglesia Católica con los musulmanes moderados, para alentarles a resistir contra lo que ha denominado fanatismo y fundamentalismo", dijo John Allen, autor de numerosos libros sobre el Vaticano y editor asociado de la web católica estadounidense 'Crux'.
El padre Claudio Monge, un sacerdote católico italiano que ha pasado doce años en Turquía y está involucrado en el diálogo entre musulmanes y cristianos, dijo al respecto: "El mensaje es que aquellos que usan a Dios como un pretexto para la violencia no pueden ser verdaderos creyentes. Los que tengan orejas para oír lo entenderán. Se dirige a los verdaderos creyentes".
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