Ciudad del Vaticano, 1 mar (EFE).- El papa aseguró hoy que no olvida y reza para que se ponga fin a la "intolerable brutalidad" que están sufriendo los cristianos y otros grupos en Irak y Siria.
"No cesan de llegar, por desgracia, noticias dramáticas desde Siria e Irak sobre violencia, secuestros de personas y abusos contra los cristianos y otros grupos", recordó el papa tras el rezo dominical del Ángelus en la ventana del palacio pontificio en la Plaza de San Pedro.
Francisco aseguró que no les olvida y que se siente cerca de ellos, mientras reza "insistentemente para que lo antes posible se ponga fin a la intolerable brutalidad de la que son víctimas".
La población de ambos países está siendo masacrada y, en algunos casos, es objeto de limpieza étnica por parte de los yihadistas del Estado Islámico, que han proclamado un "califato" en territorio sirio e iraquí donde ha desplegado un imperio del terror.
El papa, asimismo, reiteró su llamamiento para que "todos, según sus posibilidades, trabajen para aliviar los sufrimientos de todos los que están sometidos a una dura prueba sólo a causa de la fe que profesan".
Explicó que a ellos dedicó sus intenciones de oración junto con la Curia romana en la última misa de los ejercicios espirituales que celebró la pasada semana durante un retiro en la localidad romana de Ariccia.
Después, el papa invitó a todos los presentes en la Plaza de San Pedro a orar en silencio por lo que ocurre en Siria e Irak.
También durante estos llamamientos finales tras el Ángelus, Francisco exhortó hoy a rechazar la violencia en Venezuela al recordar que "esta viviendo nuevamente momentos de aguda tensión" y animó a reabrir un diálogo sincero y constructivo.
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