Inflación merma capacidad de compra en casi 12%
Al no garantizarse la oferta de alimentos y medicinas se afecta la calidad de vida
Datanálisis apunta que la gente visita más comercios para poder comprar
EL UNIVERSAL
domingo 26 de octubre de 2014 12:00 AM
El comportamiento del consumidor venezolano está seriamente afectado por dos de las variables que en la actualidad distorsionan la economía nacional: inflación y desabastecimiento. La tendencia de cambio en los hábitos del consumidor si bien se viene registrando en los últimos cuatro o cinco años, durante 2014 se ha acelerado.
El aumento constante de los precios es de las variables que tienen más impacto sobre la población, porque afecta el bolsillo de la población. Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis, expresó que la inflación ha deteriorado el poder de compra en casi 12% en términos reales en lo que ha transcurrido de este año.
Además de socavar el presupuesto, la inflación tiene un efecto perceptual en el consumidor. El alza de los precios afecta la decisión de compra. Por una parte, si aumentan dejan de comprar, pero por otro lado tienen expectativas racionales: hay quienes creen que en el futuro esos productos serán más costosos y optan por adelantar la compra. "Eso es un cambio en el comportamiento del consumidor".
León explica que este tipo de comportamiento tiene impacto negativo en el consumidor en términos de poder adquisitivo y de estabilidad, aunque eso no detiene el consumo.
La escasez es la segunda variable que ha trastocado los hábitos de consumo del venezolano. Cuando hay problemas críticos para conseguir los productos, y no hay certeza de cuándo los habrá, las personas reaccionan comprando todo lo que pueden de ese producto, adelantando las compras y acumulando mayor cantidad de productos de los que realmente necesitan, lo cual ataca el prepuesto de manera significativa "en protección de inventario".
"Si tienes que protegerte de la inflación, cada vez tienes menos poder adquisitivo y aumentas la compra para generar inventario en casa, tu flujo de caja se contrae y ahí es donde se cae la demanda de productos duraderos porque no hay excedentes, los gastos extraordinarios se reducen. Eso, adicional a que los inmuebles y carros presentan problemas críticos de oferta y el precio se ha intentado preservar a dólar libre", explicó León.
El entorno económico y acciones como la disminución del poder adquisitivo, protección a futuro, la compra de inventarios y la pérdida de fidelidad de marca han llevado al consumidor a ser desconfiado, porque debe visitar cuatro establecimientos, cada ocho días, para hacer la compra principal, más un lugar cada dos días para reponer lo que se agotó.
El consumidor está abocado a sustituir productos, es sensible a los precios y "le teme más a la escasez que a la inflación", según arrojan los estudios realizados por Datanálisis.
"El consumidor está muy afectado porque se pasa la vida en el retail. Todo esto lo que ha traído como consecuencia es una pérdida en su calidad de vida. No se están garantizando productos básicos como alimentos y medicinas. Eso es pérdida de modernidad y de calidad. Se perdió la capacidad de elegir", expresó León.
Aunque los venezolanos son fieles a las marcas al no conseguirlas las cambian de inmediato. La disposición de cambio está en el entorno del 80%, hace tres años 42% de la población estaba dispuesta a cambiar. León apunta que esto es estimulado por la escasez.
La escasez actual supera en más del doble a la registrada en 2007, que es la más alta registrada por la firma. ACC
El aumento constante de los precios es de las variables que tienen más impacto sobre la población, porque afecta el bolsillo de la población. Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis, expresó que la inflación ha deteriorado el poder de compra en casi 12% en términos reales en lo que ha transcurrido de este año.
Además de socavar el presupuesto, la inflación tiene un efecto perceptual en el consumidor. El alza de los precios afecta la decisión de compra. Por una parte, si aumentan dejan de comprar, pero por otro lado tienen expectativas racionales: hay quienes creen que en el futuro esos productos serán más costosos y optan por adelantar la compra. "Eso es un cambio en el comportamiento del consumidor".
León explica que este tipo de comportamiento tiene impacto negativo en el consumidor en términos de poder adquisitivo y de estabilidad, aunque eso no detiene el consumo.
La escasez es la segunda variable que ha trastocado los hábitos de consumo del venezolano. Cuando hay problemas críticos para conseguir los productos, y no hay certeza de cuándo los habrá, las personas reaccionan comprando todo lo que pueden de ese producto, adelantando las compras y acumulando mayor cantidad de productos de los que realmente necesitan, lo cual ataca el prepuesto de manera significativa "en protección de inventario".
"Si tienes que protegerte de la inflación, cada vez tienes menos poder adquisitivo y aumentas la compra para generar inventario en casa, tu flujo de caja se contrae y ahí es donde se cae la demanda de productos duraderos porque no hay excedentes, los gastos extraordinarios se reducen. Eso, adicional a que los inmuebles y carros presentan problemas críticos de oferta y el precio se ha intentado preservar a dólar libre", explicó León.
El entorno económico y acciones como la disminución del poder adquisitivo, protección a futuro, la compra de inventarios y la pérdida de fidelidad de marca han llevado al consumidor a ser desconfiado, porque debe visitar cuatro establecimientos, cada ocho días, para hacer la compra principal, más un lugar cada dos días para reponer lo que se agotó.
El consumidor está abocado a sustituir productos, es sensible a los precios y "le teme más a la escasez que a la inflación", según arrojan los estudios realizados por Datanálisis.
"El consumidor está muy afectado porque se pasa la vida en el retail. Todo esto lo que ha traído como consecuencia es una pérdida en su calidad de vida. No se están garantizando productos básicos como alimentos y medicinas. Eso es pérdida de modernidad y de calidad. Se perdió la capacidad de elegir", expresó León.
Aunque los venezolanos son fieles a las marcas al no conseguirlas las cambian de inmediato. La disposición de cambio está en el entorno del 80%, hace tres años 42% de la población estaba dispuesta a cambiar. León apunta que esto es estimulado por la escasez.
La escasez actual supera en más del doble a la registrada en 2007, que es la más alta registrada por la firma. ACC
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